jueves, 13 de mayo de 2010

EFISICÓ

Imagino que este título será sorprendente para quien lo lea. No tengo noticia de que esta palabra aparezca en ninguna otra parte, ni tenga otra aplicación que la que yo le doy. Se trata de una regla mnemotécnica de mi cosecha, que la utilizo con cierta frecuencia. Voy a explicar su origen y aplicaciones, porque estoy seguro de que puede ser de utilidad.

Como la mayoría de las personas, para valorar la calidad de las cosas he utilizado la intuición más veces de las que me imagino. Y es que la intuición es un recurso que, aunque suele estar infravalorado, lo empleamos continuamente y nos presta grandes servicios, aunque tiene el inconveniente de ser algo primitivo.

Un día encontré una forma de evaluación que respondía a la necesidad que muchas veces había sentido de racionalizar la asignación de niveles de calidad. En ella se identificaban cuatro condiciones clave que determinan, con bastante aproximación, lo que define como “buenas” a las cosas:

Para que algo pueda considerarse que tiene un buen nivel de calidad debe ser Eficaz, FIable, SImple y CÓmodo (de usar, transportar y guardar). Así de simple.

Estas letras mayúsculas son las que componen la palabra EFISICÓ del comienzo.

Antes de aplicar esta técnica veamos lo que se entiende por dichos términos:

Eficaz: es el producto que responde al fin para el que fue proyectado. Por ejemplo un termómetro es eficaz si mide (y bien) la temperatura. Si fuera muy bonito, pero no se pudiesen ver bien los grados, no sería eficaz. Esta cualidad es fundamental, y sin ella tenemos algo perfectamente inútil. Por ejemplo un cuchillo para cortar, que no corta, decimos que no es eficaz y no sirve, por más que sea bonito, barato, resistente, fácil de lavar, etc. (esta circunstancia, aunque parezca increíble, se da con frecuencia en algunos restaurantes).

Fiable: lo es cuando funciona bien constantemente. Por ejemplo un altavoz que, de vez en cuando no se oye, no es fiable. (En el caso de las personas, a esta cualidad se suele llamar nobleza). Algo que deja de funcionar antes de lo previsto tampoco es fiable. La carencia de esta cualidad, aunque no invalida siempre al producto, le quita mucho valor.

Simple: significa que lo que analizamos no es complicado. Para igualdad de prestaciones, las cosas simples son mejores. El conseguir la simplicidad normalmente requiere bastantes esfuerzos, porque lo primero que se nos ocurre es lo más complicado y a base de estudiarlo y de trabajar en él se va simplificando. Incluso en los desarrollos matemáticos realizamos constantemente este proceso de simplificación. Se puede decir que las cosas complejas, muchas veces deben su complejidad a no estar suficientemente elaboradas. Esta cualidad es indicativa, como digo, de que se ha trabajado en la perfección del producto.

Cómodo de utilizar: que se puede manejar fácilmente.

Cómodo de transportar: que no tiene excesivos problemas de transporte.

Cómodo de almacenar: muchas veces, antes o después de utilizar los productos, hay que almacenarlos. El que un producto no presente problemas de almacenamiento es una buena cualidad.

La forma de servirnos de este método es memorizar la expresión EFISICÓ para facilitar el recuerdo de las condiciones indicadas y hacernos, respecto al producto en cuestión, las siguientes preguntas:

¿Es eficaz?
¿Es fiable?
¿Es simple?
¿Es cómodo de utilizar, transportar y almacenar?

Este procedimiento no es una panacea universal, y de hecho no es aplicable a todo, pero ayuda a hacer calificaciones en muy poco tiempo, y por tanto creo que vale la pena guardarlo en la memoria y utilizarlo como herramienta que nos prestará un buen servicio cuando menos los esperemos.

Para terminar, me gustaría hacer un ejercicio de reflexión, analizando hasta qué punto permite este método hacer evaluaciones impensables: el objeto de evaluación va a ser, ni más ni menos, que el propio método, lo que no deja de tener su lógica e interés. Con este fin diremos lo siguiente:

El método es eficaz, porque sirve para lo que se espera de él, que es evaluar los productos, señalando unos requisitos a cumplir y dando las aclaraciones de uso precisas. Es fiable porque sirve siempre para suministrarnos la información. Es simple, porque precisa pocas instrucciones y, además de que son fáciles de recordar, se facilita su recuerdo mediante una regla mnemotécnica. Es cómodo de utilizar, transportar y almacenar, porque solamente necesita para ello una mínima porción de nuestro cerebro y por tanto se dan, evidentemente, estas condiciones de comodidad.

Podemos concluir diciendo que esta autocalificación lo define como un buen método, que es una condición que debe cumplir, al menos para dar ejemplo. Importa la calificación que le den los lectores, que deseo que sea también buena. La mía en particular es bastante buena, porque creo, como dije al principio, que permite obtener mejores resultados que los que se suelen conseguir por medio del uso de la simple intuición.

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